La verdad sobre aprender idiomas de adulto

Todos sabemos que los adultos son muy malos para aprender nuevos idiomas.
Bueno… Al menos eso es lo que se dice. Todo el tiempo.
Pero ¿y si fuera cierto?
¿Y si los días dorados se han acabado, y todo lo que podemos hacer es desear alcanzar la fluidez, pero no somos capaces?
Hoy hablamos sobre la verdad acerca del aprendizaje de idiomas en adultos, por qué se considera que los niños son mejores, y qué podemos aprender de ellos. ¡Incluso si tienes un trabajo a tiempo completo, cuidas de tus hijos o disfrutas de tu jubilación mientras hablamos!
La verdad: ¿quién es mejor aprendiendo idiomas?
La respuesta corta: los niños son buenos y los adultos, también. Todo depende del contexto en el que se interpreten los resultados de diferentes estudios. No hay un consenso absoluto, sólido ni incuestionable sobre por qué los niños consiguen mejores resultados y alcanzan mayor fluidez en un segundo idioma, sino varias teorías que continúan surgiendo y aprobándose. El problema es que estos estudios ofrecen una visión limitada de lo que entendemos por «fluidez» o del significado de «conocer un idioma». De hecho, otros estudios afirman que los adultos son mucho mejores aprendiendo idiomas y que superan a los niños en varias habilidades comunicativas. Pero, de nuevo, esto ocurre en un contexto muy controlado y es difícil aceptar que alguno de estos estudios muestre la verdad absoluta. Por eso, en realidad lo que deberías hacer es ¡centrarte en lo que tú mismo puedes hacer! Veamos más de cerca lo que hace a cada grupo tan especial y de qué manera los adultos podemos mejorar, ya que no podemos retroceder en el tiempo. A menos que puedas. Si es así, por favor, ¡muéstranos tu máquina del tiempo!¿Por qué los niños aprenden idiomas con tanta facilidad?
Estos son los motivos que los estudios recogen para explicar el éxito de los niños en el aprendizaje de un nuevo idioma, especialmente si los comparamos con los adultos:Tienen un auténtico deseo de comunicarse
Los niños no están especialmente motivados o disciplinados para aprender idiomas. La razón que los impulsa a hablar es que quieren que la gente reaccione e interactúe, ya sea en su idioma materno o en un segundo idioma. Padres, maestros y compañeros interactúan constantemente con ellos en un lenguaje dado, y hablar tiene un sentido de pertenencia e incluso de supervivencia. No solo es curiosidad o gusto.Están constantemente estimulados a hablar
Los niños aprenden un idioma porque se ven obligados a ello. No están especialmente motivados o disciplinados, pero les gusta hacerse entender y recibir un feedback positivo de sus padres o incluso de desconocidos. A los padres les encanta oírlos hablar y sonríen cuando dicen algo nuevo, lo que los motiva a repetir las palabras. A los extraños les encanta hacerles preguntas y escuchar sus tiernas respuestas. Pero con los adultos, las cosas cambian.Tienen una gran capacidad de retentiva y plasticidad cerebral
Esto es algo evidente. Los niños tienen unas características cerebrales distintas de los adultos, con un nivel de plasticidad y una capacidad de absorción que tiende a disminuir con la edad. (Sin embargo, no desaparece al hacernos adultos, puedes leer más sobre esto aquí). Esto significa que pueden recordar palabras con más facilidad y reproducir sonidos de forma más precisa y con mayor rapidez.Cuando cometen algún error, son corregidos
Los padres y profesores quieren que los niños aprendan a hablar bien, por lo que los corrigen constante y rápidamente. Sin embargo, un adulto tiene miedo de corregir a otro, pues no quiere hacerle sentirse mal. Difícilmente les señalarán sus errores, salvo, por supuesto, si se trata de auténticos profesores de idiomas. ¡Siempre puedes contar con ellos!No tienen tanto que aprender como los adultos
Los niños aprenden vocabulario sencillo en pequeñas cantidades y repiten lo que padres, familiares y profesores refuerzan más a menudo. No estudian siete capítulos a la semana ni varios tiempos verbales durante el fin de semana. Tampoco tienen que intentar entender la complejidad de todo lo que se les plantea. No deben obtener un certificado de idiomas que les permita estudiar o trabajar en un determinado país. No necesitan preparar presentaciones de negocios ni saber escribir una carta formal en alemán en menos de un año. Las expectativas son diferentes según el grupo de edad, por lo que los niños parecen ser mejores aprendices de idiomas.No tienen ningún tipo de responsabilidad
Las investigaciones sugieren que hay algo llamado fatiga de decisión: sentirse cansado físicamente y menos paciente después de tener que tomar muchas decisiones, incluso sobre cosas no muy importantes. Un niño de cinco años no tiene que pagar facturas, cuidar de familiares, preparar la comida, agradar al jefe. No tiene jornadas interminables y, desde luego, no tiene que tomar decisiones importantes a lo largo del día. Está claro. Esto les deja más espacio y energía en el cerebro para una memorización eficiente, más tiempo para jugar e interactuar de diferentes formas en su idioma meta, y prestan más atención a lo que ocurre a su alrededor.
Por qué los adultos también son realmente increíbles en el aprendizaje de idiomas
Aquí tienes varias razones por las que se considera a los adultos mejores aprendices que los niños o, al menos, mejores en el proceso.Los adultos tienen práctica en presentarse a sí mismos
Los adultos son valientes. Se enfrentan a conflictos familiares, exceso de trabajo, problemas financieros. También al nerviosismo de exponerse a sí mismos con sus inseguridades en el día a día. Y, con todo, seguimos queriendo mejorar. Nos mostramos en el gimnasio, en las fiestas familiares, en el trabajo. Y también en las clases de idiomas a las que nos apuntamos, aunque nos sintamos inseguros o asustados por lo que pueda pasar o lo que los demás piensen de nosotros. Siendo lógicos, la estrategia y la resistencia también juegan a nuestro favor.Los adultos tienen motivos reales para aprender un nuevo idioma
Los adultos aprendemos idiomas porque somos curiosos, apasionados, o porque creemos que merecemos un trabajo mejor o un país mejor en el que vivir. Estas razones pesan más que los miedos o las limitaciones que podamos tener. Tenemos conciencia a largo plazo de cómo podría ser nuestra vida y nos sentimos mejor con nuestro nuevo idioma. Incluso podemos tener un listado de motivos para aprender un idioma. Puede incluir entender tus canciones favoritas, sobrevivir a una entrevista de trabajo en otro idioma o comunicarte con tu pareja en su idioma materno.Los adultos ya conocemos un montón de palabras
Nuestra variedad de vocabulario es mucho mayor que la de un niño, por lo que podemos entender el significado de muchas palabras extranjeras comparándolas con nuestro idioma materno u otros que conozcamos. Además, muchos de los sonidos de nuestro nuevo idioma ya los conoceremos en nuestra propia lengua.Los adultos somos mejores comunicadores. Y punto
En la lengua y la comunicación hay mucho más que la pronunciación o hablar con buen acento, como el lenguaje corporal y otras señales sutiles. Estas habilidades se adquieren con la edad, la experiencia e interactuando con otras personas. Los niños no son tan eficaces como los adultos a la hora de entender e interpretar rápidamente el contexto para adivinar el significado, especialmente cuando la gramática o la pronunciación no son muy buenas.Los adultos tenemos mal acento, pero porque no nos preocupamos por ello
Se han realizado estudios sobre si la edad tiene un gran impacto para lograr una buena pronunciación en un idioma extranjero. Y no lo tiene. Los adultos consiguen igual que los jóvenes un buen acento en un nuevo idioma. Sin embargo, ¿quieren realmente los adultos deshacerse de su acento para siempre? Algunos no quieren. Atrás queda el tiempo en que el objetivo principal de un estudiante era hablar con una pronunciación propia de un nativo. De hecho, hay gente que está orgullosa de su acento y no tiene intención de cambiarlo. ¡Lo ven como una muestra de valentía y compromiso!Tenemos una mente resolutiva que se ve enriquecida por la lógica
Muchos han visto en esta característica de la mente adulta un auténtico problema. Después de todo, los niños aprenden de manera despreocupada, sin intentar entender todo lo que se plantea ante ellos. Eso es cierto. Sin embargo, la lógica adulta puede ayudarnos a encontrar los patrones de un nuevo idioma de una manera más eficaz, a unir los puntos, a entender la gramática rápidamente y a aplicar una regla sistemáticamente. ¿Por qué ignorar todo esto?